INTRODUCCIÓN PARA COMENZAR A MOVERSE
Para vivir mejor y de forma más saludable es importante combatir los hábitos sedentarios y seguir un estilo de vida basado en la actividad física frecuente, una dieta equilibrada y un enfoque mental positivo.
Comenzar a vivir mejor y de forma más saludable
Si llevas un ritmo sedentario desde hace bastante tiempo puede parecerte difícil comenzar adoptar un estilo de vida más activo pero los primeros pasos no son complicados.
La actividad física es cualquier movimiento producido por los músculos que permite lo que se conoce como «condición física». Los elementos relacionados con la salud de la condición física son la resistencia cardiovascular (aeróbica), la fuerza y la resistencia muscular, la flexibilidad y la composición corporal. Es importante utilizar las habilidades motoras en el momento adecuado, lo que da lugar a la agilidad, la coordinación, el equilibrio, el tiempo de reacción y la potencia.
Qué es el ejercicio físico
La actividad física incluye todas las actividades, incluyendo las más sencillas, como las tareas rutinarias, el trabajo y las actividades de ocio. El ejercicio físico implica un movimiento estructurado muy específico que depende del tipo de actividad, por ejemplo, tres grupos de 10 repeticiones cada una con extensión de piernas y una carga de 10 kg.
La actividad física y el ejercicio se pueden realizar con intensidades distintas y de varias formas:
- Consumo de oxígeno→ la cantidad de oxígeno que el organismo es capaz de extraer y utilizar al trabajar a ciertos porcentajes del consumo máximo de oxígeno de la persona.
- Frecuencia cardiaca→ para determinar la intensidad del ejercicio necesitas medir el porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima para identificar los valores del intervalo de frecuencia en los que trabajar en función de los objetivos de entrenamiento establecidos.
- Equivalentes metabólicos→ el término MET identifica la intensidad de una tarea. Un MET equivale a la intensidad mínima de trabajo, que se corresponde con una persona en reposo y el consumo de oxígeno en reposo, que es igual a 3,5 ml de oxígeno por minuto por kg de peso corporal. La intensidad es un múltiplo de la tasa metabólica basal. La intensidad moderada equivale a 3-6 MET. Los valores superiores o inferiores representan una intensidad fuerte y suave, respectivamente (ACSM).